El ser humano desarrolla el lenguaje desde su nacimiento; este es un proceso complejo en donde se involucran diversas funciones que permiten y facilitan la correcta ejecución de otras áreas como aprendizaje, expresión, comunicación, habilidades sociales, etc.
A continuación los signos de lenguaje más relevantes:
0 – 6 meses: Desde su nacimiento, los bebés van aprendiendo canales de comunicación como son distintas formas de llanto hasta los 2 meses; después comienzan a emitir diferentes sonidos, gritos, arrullos, que denotan lo que está sintiendo. Es a partir de los 3 meses que el bebé puede interactuar con el adulto respondiendo con imitaciones que se van perfeccionando paulatinamente.
6 – 9: meses: comienzan a balbucear, hacer trompetillas y repetir fonemas como “mmm”, “ppp” y “ttt” en ocasiones acompañados por vocales. Ya son capaces de seguir con la mirada para responder a preguntas como ¿dónde está papá, el perro, mamá, el oso, nariz, etc?
9 – 12 meses: las sílabas ya son parte de su repertorio y las emite constantemente, debe responder a ciertos estímulos con respuesta específica y a ejecutar unas pocas instrucciones. En algunas ocasiones lograrán comenzar con las onomatopeyas de sus animales preferidos.
12 meses en adelante: las primeras palabras deben aparecer pero en ocasiones se retrasan hasta los 18.
Cuando se observa que el bebé no produce sonidos, interacciones, vocales, sílabas, onomatopeyas o palabras, es pertinente comenzar a estimular intencionalmente en casa como primer ejercicio.
Ejercicios de estimulación del lenguaje expresivo:
Hablarle de frente, con expresiones específicas en el rostro y sonidos que elijas para cada acción. Al brincar “aaaaa”, el correr “iiiii”, al bajar escaleras o de un juego “uuuuu”, etc.
Cambiar el tono de voz por sílaba “HOla”, “peLOta”, “aGUA”, “PErro”, “MAmá”, etc.
Si hace sonidos pero no produce palabras, marca en su brazo apretando suavemente al producir las sílabas “le-che” (2 apretoncitos), “co-le-gio” (3 apretoncitos), “su nombre”, etc.
Hacer rutina diaria en la mañana saludando imágenes y objetos del cuarto, en la noche despidiéndose: “hola cuna, hola oso, hola ángel/adiós cuna, adiós oso, adiós ángel, etc.
Si ya camina, en lugar de permitirle que te lleve hasta lo que quiere, pídele que te lo señale con el dedo y dile la palabra cuando sepas qué es: “ah, quieres agua, a-gua”.
Siempre la valoración de los especialistas será recomendable ya que ellos establecerán programas de acción según el nivel de cada niño y su edad cronológica.
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